domingo, 2 de octubre de 2011

Las Farc y Las Farc por que firmamos

En las dos primeras lecturas sobre las Farc se pueden ver significados como el valor, la resistencia y la lucha  como características de éste grupo, ya que  son campesinos que se insertan en el conflicto con el Ejército colombiano en defensa de sí mismos, por sus derechos a la tierra y el trabajo y vida digna.

Este deseo se debe a la expropiación (fueron obligados dejar las tierras, lo que hoy se conoce como desplazamiento forzado) que empezaron a ejercer los grandes propietarios de tierras, los más poderosos y adinerados, quienes se valieron de la violencia, como un medio para obligarlos a abandonar las posesiones.

Se puede pensar que en aquella época el gobierno parecía desarticulado o desconectado  de  muchas zonas del país, por lo que cada zona y comunidad se fue diferenciado, esto según la teoría de la seguridad nacional se interpretó como un conflicto interno entre las maneras de la gente y  la organización y poder del Estado.

La conformación de estos grupos campesinos tenía arraigada la percepción del Estado  y sus fuerzas armadas como el Enemigo. No veían en el una posibilidad de reconciliación, acuerdo, repartición o beneficios.

A medida que  el enfrentamiento sucedía hubo una adhesión al grupo por parte de muchachos y muchachas que simpatizaban con las ideas de la guerrilla, pero que además no veían otra opción, como puede suceder hoy  en día en  algunas áreas rurales. Ello me deja pensado en que lo que puede desencadenar ello es una violencia estructural, donde al igual que hoy el gobierno no ha podido garantizar unas condiciones  de vida digna sobre todo en áreas rurales del país.

En la lectura se puede percibir los sacrificios que los guerrilleros tuvieron que hacer a nivel físico para soportar en la zona, para aguantar y  por ello sufrir varias incomodidades. Pero lo más rescatable para mi es que ellos decían que tenían una buena vida, con comida, música, compartían, se ayudaban y se consideraban felices. Ello muestra como construyeron un sentido de vida, un sentido de pertenencia al grupo y a la causa de la lucha. En mi consideración esas características de apoyo y comunión es de lo que le hace falta al país hoy en día.
Aunque ellos creían que podían ser fuente de influencia para el cambio social, un cambio que significara más solidaridad y equidad, no fue así.

Por otro lado también se percibe que en la lucha se hicieron indolentes y fríos ante la muerte del enemigo, y festejaban  su muerte. Cosas que hoy suceden  con mayor frecuencia y horror. Para llegar  a esa crueldad con la que actuaban y siguen actuando, imagino que deben tener una lógica de desprestigio psicológica del gobierno y proceso de autoconvencimiento de que al gobierno solo le importaban los ricos (cosa que no es del todo irreal) pero se usa para cosificar y deshumanizar a las personas para hacer atrocidades con ella y continuar la vida. Estos guerrilleros  también utilizaron la guerra psicológica propiciada por el miedo, la zozobra  y la angustia que dejaban los atentados con las minas, ello les permitió ser más efectivos en sus ataques.

Aunque las Farc deseaba solucionar el conflicto por una vía diferente a la armada,  y creían en la necesidad de hablar y para que la solución viniera de manera política y no militar, es evidente que sus ataquen han empeorado con los años.

 Se muestra que para algunos de los que tienen el poder y el dinero,  no les interesa acabar el conflicto porque les es rentable.

De acuerdo con la lectura en contraposición con la postura de las FARC las fuerzas militares gozaban se mostraron indulgentes, no conciliadores, y solo había una manera, una salida al conflicto, o se entregaban los guerrilleros o los acababan. Hasta hoy esa salida no generado nada bueno. Tanto antes como hoy, se ha visto que esa no es salida al conflicto pero las vías políticas tampoco han dado mejor resultado.

Lo que se puede pensar es que al interior de las FARC hubo y sigue existiendo una controversia porque suponiendo que el Estado es el responsable por velar por el bienestar y seguridad de los ciudadanos, facilitando herramientas para vivir dignamente, no lo haga, genera entonces intolerancia e indignación entre las personas, y consideran que no deben rogarle al Estado que les cumpla, sino exigirle en esta caso por las armas tales deberes.

La política de las Farc en sus diálogos y propuestas ha sido social, ellos han tenido un sueño y es el de cambio, reformar el fondo de la vida nacional. Que aunque decían ellos, no eran modelos internacionales como el comunismo o el socialismo, si demandaban una equidad para el pueblo colombiano en su participación económica y social del país.

De acuerdo con el testimonio que se presenta en las lecturas, los pedidos o exigencias de los guerrilleros no eran desbordadas o inalcanzables, sino que eran acciones que el gobierno podía realizar. Pero personas como  Landazabal  con ese pensamiento cerrado, intolerante, antipacifista, prepotente que concebía que el gobierno no debía dialogar en igualdad de condiciones con unos bandoleros.

Las Farc contemplaban el poder en la unidad, ellos creían que el pueblo lucharía por sus intereses, y el pacto de la Uribe  fue una alternativa para que el pueblo peleara por sus reivindicaciones sin sentir, miedo, dolor, angustia o sufrimiento, todo eso que deja la guerra. Ellos firmaron para que el pueblo entendiera sus propuestas y porque hacían lo que hacían, aunque sus métodos fueran como lo siguen siendo hoy, poco benevolentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario