sábado, 15 de octubre de 2011

Paramilitares, Narcotrafico y contrainsurgencia



Con la incursión de los grupos paramilitares las regiones perdieron el equilibrio en el poder que tenían para gobernarse. Ésta incursión en diferentes zonas del país planteo una nueva forma para conseguir “la estabilidad” y “pacificación” de las regiones sacudidas por en conflicto armado, diferente de una negociación de paz  ante la posibilidad de que el gobierno aceptara alguna de las reformas socialistas que planteaba la guerrilla.

Estos grupos paramilitares se caracterizaron por una escandalosa acumulación de riqueza producto de extorsiones, secuestros, tráfico de gasolina y drogas (accione silegales). Acciones de las que se valían para sobrevivir y armarse militarmente. El surgimiento de éste grupo se debió a la poca confianza y efectividad del Estado en proteger los derechos de propiedad y la vida.

Una de las coyunturas que favoreció ésta conformación fue la política de defensa nacional que incentivó al pueblo civil a organizarse para defender lo que el Estado no estaba logrando defender, y los llamados de algunos funcionarios a que esto sucediera. Pero esto se vio muy manipulado porque se declararon enemigos de los opositores del Estado, es claro que  estos grupos tienen una política clara que deja por fuera la posibilidad de oposición frente al gobierno  y en la que es permitido todos los medios de lucha.

Otra cosa que entiendo es que en los 70 y 80 la población civil no respalda al Estado (indiferencia), no generaba o realizaba acciones para enfrentar la crisis social, la insubordinación, la inconformidad social, la rebeldía armada. Así se empezó a aplicar la justicia por mano propia y se confundió con la autodefensa, dando paso a la venganza y la perpetuación del conflicto.

Cuando surgió el grupo MAS que asesinaba a los que estuvieran comprometidos con secuestros y extrorsión, significaron un modelo para combatir la delincuencia y las diferentes manifestaciones  del conflicto social y político, pero paradójicamente fueron también perpetradores del uso y despliegue de la violencia, teniendo una motivación para usarla, con el agravio de ser entrenados por retirados de las fuerzas armadas.

En las lecturas se ve algo muy interesante y que tal vez no logro comprender en toda su magnitud y tiene que ver con que a los sectores polarizados del gobierno de los años 70 estaban amenazados por las negociaciones con la guerrilla, yo me imagino que tiene que ser porque las reformas socialistas que proponía en ese entonces la guerrilla no les gustaba ni convenía con su modo de vida.

Con esas dinámicas, se ve claro el significado de la impunidad cuando se cuenta que hubo personas exoneradas de cargos por pertenecer al MAS en tribunales militares, que infamia e ironía porque que más se podía esperar de un tribunal de militares condenando a militares, y que estaba de acuerdo con esas lógicas, no se podía esperar menos. Esas muestras dejan mucho que desear de la justicia colombiana. Eso además le dio muestras a la FARC de no confianza en el gobierno que respaldaba el daño a los civiles.

Los paramilitares se convirtieron en algo paradójico ya que decían defender al Estado de manera no legal pero que atacaba a la población civil, entonces terminó convirtiéndose en un grupo mercenario que servía la mejor postor, al Estado o terratenientes regionales. Así incursionaron poco a poco en el asesinato de líderes sociales y políticos de agrupaciones de izquierda o quien quiera que apoyara a la guerrilla.
En los años 90 hay un cambio y se muestra un optimismo político oscurecido por las acciones de Pablo Escobar que cuyas acciones en la cárcel y privilegios eran un descaro y burla hacia el Estado y del Estado hacia el pueblo colombiano.
Con Pablo escobar, los Pepes fueron un grupo que gozo de la seguridad del Estado porque intentó acabar con Pablo Escobar, se dice que éste fue el primero grupo paraestatal ya que fue tolerado por el Estado y tuvo como consecuencia el fortalecimiento de la idea de que la justicia privada era necesaria para defender intereses.
Lo paradójico del surgimiento de los grupos paramilitares fue que criticaban las prácticas violentas de la guerrilla pero  ellos las llevaron aun más lejos y la profundizaron en las regiones.

Más adelante cuando ya existían diversos grupos paramilitares, se dio una centralización política y militar de todos los grupos que se dieron en el país y que coloquialmente se diría que tiraban cada uno para su propio lado. En esta consolidación de las AUC se logró un compromiso con la lucha antisubversiva y una homogenización en las prácticas violentas, pero los grupos eran autónomos para desarrollar sus finanzas.

Por otro lado, las convivir fueron la oportunidad para que los grupos de autodefensas fuesen considerados como parte de la sociedad que cooperaba con las fuerzas militares, por lo que no eran una preocupación para la seguridad del gobierno de ninguna forma. Ello significó entregarle a los civiles el control para cuidarse, quitándole esa responsabilidad y deber al Estado, y permitiendo el uso y abuso de la justicia por propia mano. Tenían una libre operación paramilitar en zonas de control militar, las fuerzas militares no reaccionaron ante los homicidios de miembros de la UP y del EPL. Esta colaboración entre el sector civil y militar minó aun más el Estado nacional de derecho colombiano y colocó a la población en contra la subversión de las guerrillas.

Para recapitular, lo que entiendo es que la inminente negociación de paz y el crecimiento en fuego y territorio de las guerrillas agilizaron el proceso de conformación de las AUC, ello reflejaba un miedo a las reformas que solicitaban y la dimensión de su fuerza al ganarle en muchas ocasiones a las fuerzas armadas sirvió para reforzar las ideas de compensar la inferioridad del Estado. Para estos grupos la única salida posible de ese conflicto era una confrontación con un ejército tan poderoso como la guerrilla. Ello muestra una perpetuación de la violencia, porque no respetaban la vida de la población civil. Si la guerrilla atacaba a la población los paramilitares lo hacían todavía peor.Esta guerra irregular se confundió con la eliminación, desplazamiento y toda clase de atropellos contra los derechos humanos, como las masacres, intimidación hacia los simpatizantes o colaboradores de la guerrilla, todo eso justificado por el derecho a la autodefensa.

Con el gobierno del Álvaro Uribe Vélez las AUC encontraron una vía de escape de la guerra con riqueza acumulada y aparentemente sin mayores costos jurídicos a través de la desmovilización propuesta en las negociaciones con los grupos paramilitares. Un tema importante fue el de los beneficios jurídicos para los jefes de las AUC, en cambio lo que tenía que ver con las víctimas, la verdad y la reparación integral eran puntos secundarios. Ello nos muestra la perpetuación de la impunidad, lo que acrecentó el malestar social y odio hacia el gobierno. El proceso de desmovilización engendraba mayor impunidad y un nivel inaceptable de justicia, porque no asignaba las responsabilidades, no restituía bienes y no se obligaba a la confesión.

Como la extradición quedó en manos del Ex presidente Uribe y así el debate de la desmovilización que quedó pendiente al finalizar su mandato, muchos de los cabecillas se convirtieron en promotores de la reelección de Álvaro Uribe Vélez. Así se vio que en las elecciones del congreso los paramilitares habian tenido una alta influencia electoral para conseguir y ratificar acuerdos con el ex presidente Uribe.

A lo anterior, se le suma que la ley de justicia y paz era un completo cultivo de impunidad porque su recurso era el indulto, dejando en manos de las victimas la responsabilidad para obtener la reparación. O sea si se negociaba con los paramilitares se dejaba por fuera la justicia merecida para las víctimas, sin impunidad no había desmovilización. Pero a ello hay que agregar que  algunos bloques paramilitares habían cumplido una acción importante para regular la delincuencia o narcotráfico, lo que para el Gobierno era importante porque estos grupos ilegales también ejercían control, esto definitivamente no coincide con un Estado de derecho.

Lo que entiendo es que en los años de surgimiento y consolidación de los grupos paramilitares el Estado sufría una crisis y existía mucha polarización política que los apoyaba e incentivaba en su causa, ya que lograron contener a la guerrilla. En esos momentos el discurso de la autodefensa armada sirvió para justificar esa reacción, para encubrir el narcotráfico, el asesinato, el desplazamiento, las masacres, la intimidación y demás violaciones a los derechos humanos en Colombia.

Las acciones de estos grupos que se llevaron a cabo en nombre de la defensa de las instituciones olvidaron a la población civil sacrificada y afectada por tan masiva violencia. Lo que invita a pensar en las posibilidades que se ven para el país, la sociedad colombiana parece ser primitiva, violenta, agresiva, no ve opciones en el dialogo, no pone en práctica la tolerancia y busca pagar con la misma moneda. Se necesita una revolución cultural como lo ha dicho Luis Carlos Restrepo.

Aunque las desmovilizaciones fueron un primer paso para recuperar la soberanía del Estado, se necesita reivindicar las instituciones, que exista un respeto por los estamentos del Estado y que los políticos los dejen de proteger.

Para finalizar, se recalca que el Estado es quien tiene el monopolio legitimo de la violencia como ente constitutivo del pueblo, que le da orden, rumbo, lo protege y le asigna deberes. Pero tampoco se puede legitimar la violencia sistémica que ha realizado el Estado en algunos casos, por ejemplo la aparición de falsos positivos para dar cuentas de efectividad, eso ya se pasa del uso legítimo que tienen como fuerzas del Estado.

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